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Judiciales

Feminicidio de Leidy García: crónica de una muerte anunciada

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El pasado 16 de agosto Alerta Llano Noticias publicó el terrible caso de violencia del que fue víctima Leidy Tatiana García. La joven había sido brutalmente atacada por su pareja sentimental, identificado como Diego Albeiro Castaño Ramírez, con quien tenía tres hijos. 

La información inicial que se conoció por parte de las autoridades, señalaba que, supuestamente, el ataque se había perpetrado cuando el sujeto descubrió una infidelidad de la víctima. Sin embargo, Leidy se comunicó en aquel entonces con este medio y relató lo realmente ocurrido. 

“Yo no estaba involucrada sentimentalmente con el papá de mis hijos. Yo solo fui a ver a mis hijos y él quería hablar de una posible reconciliación a la que yo me negué y cuando la discusión se salió de control, quise llamar a la Policía y eso lo volvió loco”, fueron algunas de las palabras de la joven en diálogo con Alerta Llano Noticias.

La víctima prosiguió en su relato, asegurando que Diego le propinó 17 martillazos delante de sus tres hijos. “Gracias a que llegó la abuela de los niños y me lo quitó de encima, yo pude salir de la casa y con ayuda de un vecino llegar al puesto de salud del Recreo, y desde allí fui trasladada a clínica Meta donde me cogieron puntos y me dieron incapacidad”, expresó la mujer.

Los días fueron pasando y Leidy habría regresado donde Diego para compartir con sus hijos, por quienes aseguraba haría lo que fuera, incluso sacrificar su vida. Sin embargo, el 1 de septiembre su familia no volvió a saber de ella. 

Según Nuestro Llano TV, Diego le manifestó a la mamá de Leidy que la joven decidió irse pues quería hacer una nueva vida sola y tranquila. Adicionalmente, vecinos del sector habían asegurado que ese primero de septiembre observaron a la joven junto a Castaño en una enramada cerca al borde del río Guatiquía, pero horas después lo vieron salir sin ella. 

Fue hasta el 5 de octubre cuando se reportó la desaparición de Leidy y transcurrió el tiempo sin que se supiera nada de su paradero, mientras la abuela luchaba por recuperar a sus nietos que seguían con Diego quien, presuntamente, maltrataba a los niños e incluso golpeaba a uno de ellos con un cable y lo sumergía en el tanque con agua. 

El pasado 21 de octubre la Fiscalía informó que Castaño había sido capturado por el delito de tentativa de feminicidio agravado, en relación a los hechos del 16 de agosto, y fue en las últimas horas cuando se conoció que el sujeto había confesado el crimen e indicó a las autoridades donde había enterrado el cuerpo de Leidy. 

Dolor, indignación y una profunda tristeza invaden hoy a las mujeres de la capital del Meta, quienes aseguraron que como si se tratase de la crónica de una muerte anunciada, la justicia no actuó a tiempo. En diálogo con este medio, Alejandra Mayorga, representante legal de la veeduría Mujeres Libres de Violencia, afirmó que Villavicencio ha sido el epicentro de los últimos feminicidios del departamento del Meta.

“La vida de Leidy Tatiana no le importó a casi nadie, hasta casi los 30 días de su desaparición se puso la alerta de que se estaba sin conocimiento de su ubicación. Posterior a eso empezamos a ver algunas dificultades e irregularidades de parte de los entes que activan la ruta de atención en estos casos, que son la Fiscalía y Policía”, expuso Alejandra.

Según Mayorga, los mencionados entes determinaron una medida de protección que no es adecuada para el testimonio y los hechos que ella había denunciado en agosto. “Para nosotros era una tentativa de feminicidio desde agosto y su medida de protección no era policiva, esta medida es que el cuadrante de la policía atiende el caso y en la mayoría de situaciones es insuficiente para la violencia que sufren las mujeres”, dijo. 

Alejandra hizo énfasis en que teniendo una medida de protección y ese antecedente de la denuncia, tampoco la Policía se percató de que la mujer ya no se encontraba en la ubicación que había dado. “Vemos una desatención del seguimiento a los casos. Hacemos un llamado a la administración local y a la Gobernación del Meta para que realmente haya una articulación institucional. Ninguna de estas dos entidades ha entendido la profundidad de qué es ver la ciudad con perspectiva de género y atender estas falencias institucionales desde allí”, puntualizó Mayorga.

“Nosotras como movimiento de mujeres, veedurías, realmente somos las que estamos poniendo de nuestra parte hasta para acompañar a las mujeres, verdaderamente hay unas falencias institucionales, hay unos cuellos de botella y hay una ciudadanía que ha vuelto del paisaje estas violencias y eso es un peligro para las mujeres, cada vez los índices de violencia van a terminar aumentando y vamos a estar indignados por un caso, pero mañana se nos va a olvidar”, concluyó Alejandra.