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Su fiel cachorro ayudó a que encontraran los cuerpos: Detalles del doble feminicidio en el Meta

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El dolor y la tristeza se apoderaron de los metenses al conocer que nuevamente en esta tierra se había acabado con la vida de dos mujeres, madre e hija que se encontraban residiendo en el municipio de El Dorado y que hallaron la muerte a manos de un sujeto identificado como Jhon Faber Ladino Durán.

Alerta Llano Noticias dialogó con una familiar de Aida Luz y Verónica Pérez Velásquez, víctimas del hecho, quien con su voz entrecortada por el llanto recordó a Aida como una mujer humilde, alegre y trabajadora, quien había llegado al Meta luego de que su familia fuera desplazada por la violencia.

Las mujeres vivieron en Cumaral y el año anterior Aida habría conocido a Jhon Faber, con quien inició una relación de la que le contaba a sus familiares asegurando que todo marchaba bien, y es que no era para menos, pues Ladino se había mostrado como un hombre creyente de la palabra de Dios y un cristiano que aparentaba ser correcto en cada una de sus actuaciones, profesando constantemente su amor al prójimo.

Sin embargo, la realidad era completamente diferente y detrás de la máscara de Jhon Faber, al parecer, se escondía un criminal que terminó perpetrando uno de esos casos que marcan la historia del municipio de El Dorado. El 27 de octubre del año 2020 a través de Facebook, Aida había dado a conocer su relación con aquel hombre y desde entonces las fotos mostraban una aparente felicidad y amor, de manera que nadie se imaginaba lo que ocurriría meses después.

A la pareja le surgió la oportunidad de irse para El Dorado a cuidar una finca y decidió tomarla, desde hace aproximadamente dos meses habían llegado a esa zona junto a Verónica, pues Aida llevaba una relación muy cercana con su hija y siempre estuvo a cargo de ella, trabajando para sacarla adelante.

Al tratarse de una zona rural, era normal que no se lograra una constante comunicación entre ellas y su familia, pero el 24 de enero se supo que habían desaparecido, por lo que sus seres queridos en medio de la angustia comenzaron a buscar la manera de ubicarlas y a través de las redes sociales pidieron a las personas brindar cualquier información que pudiesen tener sobre su paradero.

Los lazos de sangre que llevarían consigo la intuición que permite reconocer cuando algo malo ha sucedido, hicieron que comenzaran a sospechar de Jhon, quien seguía su vida con total normalidad, publicando alabanzas y salmos de la Biblia. Fue un tío de él quien se acercó a pedirle a las autoridades que fueran a la finca, ya que creía que su sobrino podría tener algo que ver con la desaparición.

Efectivamente, las autoridades llegaron a la finca el pasado dos de febrero, buscando cualquier pista que ayudara a dar con el paradero de las mujeres, y allí estaba Jhon Faber junto a un cachorro que se mostraba muy inquieto y que no se apartaba de un sitio en específico, donde comenzó a escarbar y logró llamar la atención de la Policía.

Los uniformados fueron quitando la tierra y en ese momento encontraron el rastro de uno de los cuerpos, siendo en ese momento cuando Ladino se llenó de nervios y habría confesado lo que había hecho. El pequeño canino les había mostrado la fosa donde hace aproximadamente 10 días habían sido sepultadas Aida y Verónica, a quienes seguía acompañando como un último gesto de amor.

Actualmente avanza el proceso de judicialización que permitirá esclarecer lo ocurrido, mientras el Llano clama justicia y rechaza la violencia que siguen viviendo las mujeres diariamente en los diferentes municipios.