Connect with us

Villavicencio

Desde la educación gratuita el programa Mujeres que Transforman es sinónimo de esperanza

Con sus maletas cargadas de sueños, una agenda, lapicero y elementos básicos ingresan a las aulas felices y listas para aprender los cursos de asistencia administrativa, contabilización y operaciones financieras, atención integral a la primera infancia y asesoría comercial que brindan la Alcaldía de Villavicencio y el Sena.

Published

on

Al colegio Inem de Villavicencio, cada día, sobre las 6:00 de la tarde, cuando la mayoría de villavicenses han terminado sus jornadas laborales y se desplazan a sus hogares para descansar, llegan 200 integrantes del programa ‘Mujeres que transforman’, a recibir formación en desarrollo de un convenio de la Administración municipal con el SENA.

Con sus maletas cargadas de sueños, una agenda, lapicero y elementos básicos ingresan a las aulas felices y listas para aprender los cursos de asistencia administrativa, contabilización y operaciones financieras, atención integral a la primera infancia y asesoría comercial.

Alejandra Cadena contó la experiencia que vive hace aproximadamente dos meses en el programa ‘Mujeres que transforman’: «Soy madre cabeza de hogar, me encuentro estudiando contabilización de operaciones financieras esto es una bendición para cada una de nosotras, aspiro conseguir un excelente trabajo y ya no tener que dedicarme a hacer oficio en casas ajenas».

Al igual que Alejandra, cada una de las mujeres que está estudiando gracias a este programa, lo hace con el anhelo de un mejor mañana. Algunas sin trabajo y otras saliendo de sus empleos, a toda carrera, para alcanzar a llegar a las clases, muestran la alegría, el entusiasmo y la gratitud por poder aprender y formarse en áreas que les gusta y que les abrirá mejores oportunidades. 

Daniela Vargas quiere sacar su familia adelante y entiende que la educación es el camino para lograrlo: «El estudio es tan básico para todo, antes realizaba artesanías, pero la situación económica no es que esté muy bien. Esta es una muy buena oportunidad para empoderar a la mujer», sostuvo. 

Ahí, en medio de las aulas, sobresale la sonrisa, energía y berraquera de Dora Santos, una bogotana que vive en el barrio El Retiro desde hace más de 24 años.

«Soy madre cabeza de familia, gracias a Dios logré entrar a este programa, antes trabajaba en el semáforo para conseguir recursos y poder ejercer mi arte con las artesanías y como artista plástica. Tristemente ahorita no tengo a mis hijas y la única manera de recuperarlas es teniendo una estabilidad económica, ‘Mujeres que Transforman’ es una oportunidad para darle vida a mi emprendimiento», dijo Dora. 

Luz Estella Vargas contó que hace 30 años llegó a la capital del Meta y «este programa nos ha brindado a las mujeres la oportunidad de estudiar sin importar la condición social, lo importante es que sepamos que todas podemos transformar. Tengo 47 años y me encontraba cuidando a mi mamá que es una adulta mayor, a esta edad en el área laboral a uno ya lo van rechazando y como no tenía empleo ingresé a la página de la Alcaldía, quería aprender algo nuevo y me inscribí a un técnico, pero no imaginé llegar».

Con lágrimas de felicidad, Luz recordó el día en que recibió el mensaje donde le decían que había sido seleccionada. «Ya había pasado bastante tiempo desde que me inscribí y me encontraba trabajando en la temporada escolar, a la hora del almuerzo fui a preguntar y me dijeron que sí», contó.

Andrea Romero es una emprendedora que pese a las dificultades jamás se ha dado por vencida en su lucha por salir adelante. «Amí me gustan mucho los números, pero he tenido muchas dificultades en el tema de contabilidad para mi emprendimiento, por eso quiero aprender», expresó.

Desde el barrio La Madrid hasta el Inem se desplaza diariamente Kelly Vargas, a quien la violencia le tocó las puertas de su casa cuando tan solo tenía 11 años y residía en la vereda La Concepción, más conocida como La Cuncia.

«La doctora Viviana Palacios, secretaria de la Mujer, siempre nos ha tenido en cuenta para inscribirnos en estos programas ya que tenemos la condición de víctimas de desplazamiento forzado, espero terminar el programa, mejorar la calidad de vida y surgir»,expresó.

Detrás de cada una de estas mujeres hay una historia, un deseo incansable por transformar su vida y la de los suyos, por ser cambio en Villavicencio con su ejemplo, valentía y talento.